Description
Cuando era chica creia que la guerra de Malvinas se trataba de un cuento que mi papá, Alejandro Lombardi, inventaba para mí.
Fue justo despues de terminar de leer este diario cuando entendí verdaderamente que ese cuento no se trataba de una ficción, sino que cada palabra que pronunciaba era parte de su propia historia. El frío polar de aquella historia lo había sufrido él, las cebollas que comían a mordiscos como manzanas hablaban del hambre desgarrador que él mismo había pasado. Cada una de esas escenas habían formado parte de su vida, y por lo tanto de la mía.
Los soldaditos de plástico con los que él había jugado hacía no mucho cobraron vida de un día para el otro, justo cuando los guardaba para convertirse en un adulto.
No tengo dudas de que este diario nos ayudará a valorar las pequeñas cosas de la vida, a confirmar que una guerra nunca lleva a buen puerto y por sobre todas las cosas, que esos chicos de repente perdieron todo, y tuvieron que volver a empezar. No todos, solo los que volvieron y pudieron.
Antonella Lombardi